domingo, 30 de junio de 2013
sábado, 29 de junio de 2013
viernes, 28 de junio de 2013
jueves, 27 de junio de 2013
lunes, 24 de junio de 2013
domingo, 23 de junio de 2013
sábado, 22 de junio de 2013
viernes, 21 de junio de 2013
jueves, 20 de junio de 2013
martes, 18 de junio de 2013
viernes, 14 de junio de 2013
martes, 11 de junio de 2013
domingo, 9 de junio de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
martes, 4 de junio de 2013
domingo, 2 de junio de 2013
Con
enorme alegría y entusiasmo los saludamos y agradecemos a todos ustedes
que participaron activamente en nuestro evento CENA-ANIVERSARIO,
realizado el sábado recién pasado; esto hace posible mantener el
proyecto UAbierta LER y continuar entregando educación gratuita a toda
la comunidad en el ámbito de la Educación Popular.
INFORMAMOS A LA COMUNIDAD UABIERTA LUIS EMILIO RECABARREN que:
-La evaluación académica se realizará entre los días lunes 1 al sábado 6 de Julio.
-Para los estudiantes de INGLÉS (lunes 20:40 hrs y miércoles), las clases continúan en los días y horarios habituales.
-A los estudiantes de Filosofía (martes a las 19 hrs) el profesor Julian ya envió el material de lectura (Hege)l.
-Las clases del idioma Quechua (sábado a las 9:00 hrs) continuan con sus clases normales
-Las clases de Francés comienzan ahora a las 18:30 hrs
-Se les recuerda a los estudiantes de Introducción a la Cultura Rusa (miércoles a las 19hrs)r conjugar los verbos amar y poder.
-En Literatura preparar la disertación con el libro escogido.
Nos vemos en clases. Un abrazo.
SECRETARIADO ACADÉMICO
UABIERTA LER
UABIERTA LER
correo uabiertaler@gmail.com
IAEU EN ABIERTO
Nos es grato invitarle a conocer
los cursos de IAEU en
Abierto.
Se trata de una propuesta educativa para un mundo interconectado, donde la información está en todas partes y las personas se encuentran a un clic de distancia.
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Matricula abierta, libre
y sin ningún costo para los alumnos.
Los Estudios de IAEU en Abierto se ofrecen a todas las personas que deseen tener acceso a conocimientos generados en el ámbito universitario.
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IAEU en Abierto es un proyecto sin fines de
lucro, realizado bajo el liderazgo y la responsabilidad académica
del IAEU. Todos los cursos están redactados por profesores de
universidad y adaptados a la enseñanza no presencial por
especialistas en e-learning.
Los estudios se
desarrollan en un Entorno Virtual de Aprendizaje específico y
adecuado a las recomendaciones habituales de los MOOC
(Massive Online Open Courses). La interacción entre alumnos en
IAEU en Abierto se realiza a través de canales sociales como la
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Virtual. Es un nuevo modelo de autoaprendizaje social, en comunidad,
donde son los propios compañeros de curso los que colaboran para
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Un cordial saludo,
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Apuntes sobre la relación entre lo social y lo político en el movimiento estudiantil
Apuntes sobre la
relación entre lo social y lo político en el movimiento estudiantil
Talleres para la acción
estudiantil FECh
El sentido de este
taller es motivar una reflexión en ustedes. Ayudar a desarrollar una
capacidad de reflexión que todos tenemos presente, en términos de
las implicancias de lo que hacemos. Ustedes participan del movimiento
estudiantil, es lo que hacen directamente. No obstante, esa práctica,
por acción u omisión, tiene un componente político. Lo que haremos
es conversar sobre esto, para promover una reflexión que haga que
ustedes puedan volverse más conscientes respecto de los efectos
políticos de lo que hacen. Para que hagan no lo que nosotros
decimos, sino lo que ustedes mismos reflexionen y crean. No lo que
otros les obligan a hacer sin darse cuenta.
Lo social y lo
político no son lo mismo, aunque están relacionados.
Se habla mucho de
movimientos sociales. Que el movimiento estudiantil es un movimiento
social, y que es distinto de los movimientos políticos. Por otra
parte, se sabe que el movimiento estudiantil tiene efectos políticos,
y que una presidencia de federación para los partidos es más
importante que algunos cargos políticos.
Lo social y lo político
son dos espacios diferentes, pero relacionados, imposibles de
comprender el uno sin el otro. Para trabajar, sugeriré definiciones
provisionales, prácticas de ambos. Es para poder entendernos.
La política y lo
político. La política como totalidad.
Vamos a partir por lo
político, por un asunto práctico, es más simple así. Como primera
aproximación, lo político es aquello que nos vincula, que hace que
seamos uno, más que la diversidad de prácticas sociales que
existen. La “gente”, los “ciudadanos”, son conceptos
plurales, refieren a diversas voluntades. Lo político tiene que ver
con la voluntad singular que aparece desde esas diversidades
(independiente que sea democrática o impuesta). Esta voluntad
singular, o “común”, como se estila –cuestión que no es muy
correcta porque lo político no es necesariamente lo común en
términos democráticos- refiere siempre a un actor que supera
nuestras diferencias, y que constituye algo que somos todos: los
chilenos, en el caso de nuestro país.
Así, podemos decir, la
política es totalidad, mientras lo social es particularidad. La
política es lo que somos todos en cuanto voluntad colectiva, lo
social es el conjunto de voluntades y situaciones individuales,
diferentes, diversas. En el mundo moderno, lo político está
asociado al Estado, puesto que la voluntad general “expropia” de
lo social el derecho a ejercer violencia, y constituye así una
nación, con un ejército, y un conjunto de normas. La violencia
legítima sólo la puede ejercer el Estado. De ahí que lo político
sea, en su expresión más básica, la forma en cómo administramos
de manera común la violencia social, las normas, el orden.
Por cierto lo político
es mucho más que esto. Pero partamos por aquí: al menos es la
totalidad de una comunidad, su voluntad general, expresada en un
Estado, y que expropia con éxito la violencia social legítima.
Quedémonos hasta ahí. Política es totalidad.
La política y lo
político. Lo político como lucha entre amigos y enemigos
Ahora tomemos otro
camino. Hablaré de LO político. Mientras “LA” política la
vamos a dejar ahí, en el sitial de totalidad, tomaremos LO político
para complementar la definición. Los fenómenos políticos no se
circunscriben sólo a los problemas del Estado. Ustedes lo saben
bien, porque sin importar con qué claridad o profundidad lo crean,
saben que al construir movimiento estudiantil, al hacer una asamblea
de curso, de colegio, de facultad, de carrera, etc., ustedes hacen
algo de valor político. Lo político tiene que ver con una forma
específica de conflicto: el conflicto sobre cómo se organiza la
vida pública.
Un pensador alemán
vinculado al partido nazi (Carl Schmitt) lo decía muy claramente, no
porque fuera nazi su aseveración es menos cierta: para entender lo
político, tenemos que fijarnos en la oposición “amigo-enemigo”.
Para explicarlo en términos sencillos: El Estado es la política
como la entendemos hoy, pero tras ella, si es que esa forma es una
casa de madera, existe la materia prima del estado, la madera en sí.
Por eso no sólo hay que entender “LA” política, es decir,
observar donde está (en la totalidad), sino “LO” político,
observar qué es el tipo de relación que existe en ella. Y el tipo
de relación que existe en lo político es la contradicción entre
amigos y enemigos. Lo político es lucha por cómo organizar la vida
en común: mis amigos y yo pensamos que la gente debe tener derecho a
fumar marihuana, esto implica no sólo que yo fume (eso es muy
fácil!) sino que la comunidad deba consagrar el derecho de todos a
fumar, lo que implica abstenerse de ejercer violencia contra quien lo
haga, y consagrar un principio general, que es vivir en una sociedad
donde exista libertad para el consumo de drogas, por ejemplo, en una
sociedad llamada “abierta”. Esto no sólo modifica mi forma de
vida, sino también la del resto. El hijo de mi enemigo, en este
caso, tendrá la posibilidad de fumar marihuana. Por eso es que la
oposición de amigo/enemigo es sobre los enemigos públicos, sobre
proyectos de organización de la totalidad de la vida en común.
Es esta oposición la
que está a la base de la lucha política. No se trata de que mi
enemigo sea feo o malo. Esas son oposiciones estéticas y morales. La
oposición estética se soluciona con simpleza: deja de ver lo que te
parece feo. La oposición moral implica un rechazo valórico a algo,
pero no el ejercicio de la violencia social contra eso. Si es que
llega el momento en que lo feo me molesta tanto que debo
exterminarlo, puesto que amenaza mi forma de vivir, o bien un
principio moral es violado con tanta impunidad desde mi punto de
vista que ya no puedo seguir viviendo igual, cuando aquello sucede,
se pasa de la oposición estética o moral a la contradicción
amigo/enemigo: sólo uno puede sobrevivir. Y en ese momento, se
abandona las viejas oposiciones, ya no importa tanto si el enemigo es
feo o moralmente corrupto: es mi enemigo político y debe ser
eliminado. Su existencia no es solo estéticamente molesta o
moralmente condenable, amenaza las bases de mi propia existencia.
Esto no implica que la
lucha política sea necesariamente, todos los días, una lucha
violenta. Simplemente debe tener en consideración esa posibilidad.
Que, eventualmente, habrá eliminación física. Es lo que está
detrás de Gandhi, Allende, Pinochet, etc. La política es hasta el
final, porque implica defender mi forma de vida.
Lo social entre la
política y el corporativismo. Crisis social y crisis política.
Recapitulando las
cosas, podemos decir ahora que lo político es la lucha entre amigos
y enemigos por la conducción de la totalidad social, por el orden
que vivimos todos. Esto es, en efecto, lo que entenderemos por “lucha
política”. Y es distinta de la lucha social. ¿Por qué?
Porque en la lucha
social, entendida así, se pretende presionar a las instituciones
políticas para satisfacer los intereses de una “parte”, que es
justamente aquella que se moviliza. Los estudiantes, por ejemplo,
piden soluciones a sus problemas, a sus intereses. Pero los
estudiantes no plantean, en cuanto tal, soluciones fuera del ámbito
estudiantil. No es que no hablen de eso. Son muy conscientes que su
movimiento tiene “efectos” políticos, pero también tienen muy
claro que no son un movimiento político. Defienden el interés
directo de los estudiantes, no defienden un proyecto de orden social
general. Si cabe la metáfora futbolística, Bielsa, o cualquier
director técnico, observa el partido desde la totalidad. Un jugador
lo observa sólo desde su propio papel como jugador. Por tanto, los
intereses que él tenga, las peticiones que le haga al entrenador,
son particulares. El DT tiene que hacer viable una estrategia general
para vencer, no puede “dejar contentos” a todos los jugadores. La
visión del DT no es la simple suma de la visión de todos los
jugadores, es algo cualitativamente distinto.
El concepto clave para
entender esto es el de “dominación”. Hablar de lo político, es
siempre hablar de un orden determinado. Las cosas, en términos de
las normas que nos rigen a todos, la forma en que está organizada la
sociedad, son de una manera, y no de otra. En lo que consiste la
tensión entre lo social y lo político es en la diferencia del tipo
de contradicción al que aluden: una contradicción social es el
desencaje de una parte con el todo, una contradicción política es
una oposición entre dos o más fuerzas que constituyen proyectos de
totalidad, proyectos políticos. En la contradicción social las
lógicas de la dominación se ven desajustadas, es “ruido”, en la
contradicción política, una forma de dominación puede ser
reemplazada por otra.
Una determinada
dominación (cualquiera que sea) necesita, en eso consiste la
dominación, en sacar de lo “políticamente posible” proyectos
antisistémicos, que la cuestionen en cuanto tal. De ahí que se
organice para impedir que los reclamos de las partes (estudiantes,
trabajadores, etc.) se constituyan en un proyecto político. Buscará
impedirlo de muchas maneras, incluso, en el límite, lo hará de
forma violenta. No obstante, la dominación es mucho más compleja
que eso. La violencia es fundamentalmente una fuerza negativa: impide
que tú hagas algo, pero no es una fuerza afirmativa, no te hace
“querer” hacer las cosas. El punto de la dominación no es que tú
no puedas hacer una revolución, por ejemplo, es que no desees
hacerla. La dominación es afirmativa, constructiva: genera en “lo
social” el deseo de entender “lo político” tal y como se
presenta.
Así, en síntesis: la
dominación necesita que lo social sea, justamente, “lo social”,
y lo político algo separado. Se puede generar crisis social, en el
sentido de una sociedad socialmente convulsionada, marchas, tomas,
paros. No obstante, el paso de una crisis social a una crisis
política es más complicado: debe aparecer la crítica a la
dominación como conjunto, un proyecto real –no sólo un
“programa”, sino gente organizada y dispuesta a implementarlo-
alternativo en términos políticos. La ausencia de proyecto político
desde las luchas sociales termina, la mayoría de las veces, en que
una vez terminado un ciclo de movilizaciones, los políticos
cuestionados retornan, pues son los únicos que poseen proyectos
políticos en cuanto tales.
Tensiones entre
prácticas de construcción social y la política: el problema del
conocimiento empírico y el conocimiento político.
La acción social tiene
sentido tanto para profundizar y perfeccionar determinado orden
político, promoviendo acciones que lo viabilicen y fortalezcan, como
para reemplazarlo por otro. En ambos casos ustedes deben ser
conscientes no sólo de lo que hacen directamente, sino del escenario
global, político, en lo que se enmarca aquello que hacen. Y sobre
todo, de lo que efectivamente hacen, no sólo de los discursos con
que adornan lo que hacen.
Ser consciente de la
política que se juega (una a favor de la dominación, una por
alterarla en términos más “humanos”, una para reemplazarla por
otra o abolirla) es un ejercicio complicado, a menudo se cometen
errores. No voy a criticar, de nuevo, los contenidos de una política
determinada, sino que voy a criticar un error típico en lo que
denominaré “autocomplacencia” política, habitual de los
movimientos estudiantiles: creer que están realizando acciones
políticas cuando no lo hacen.
Si lo social es acción
de una particularidad, las lógicas de la acción social parten de la
base de lo que denominaré “conocimiento práctico”. Tú conoces
tu realidad, te organizas, construyes acción social defendiendo
determinados intereses. Además, posees una determinada ideología,
una visión de mundo. Y te manejas con ambas cosas, la ideología, y
la práctica concreta. Lo que habitualmente pasa es que lo que se
hace es demasiado concreto, demasiado “específico”. Y esto está
bien, la acción política implica siempre conexión con un
territorio, los actores políticos no están en las nubes, están
conectados con la realidad, de lo contrario, no pueden conducirla.
Por otra parte, la “visión de mundo” consiste en principios
generales, habitualmente aprendidos de lecturas, relatos de los
padres o del entorno social. Pero son principios muy abstractos. Se
carece de algo “medio”, que es el conocimiento político. Es un
conocimiento difícil de construir, porque no puede ser aprendido por
la práctica simple, ni por lecturas. Las lecturas pueden ayudar,
pero son “ideología”. El conocimiento político es conocimiento
práctico: un director técnico debe conocer el fútbol tanto
concretamente (por eso son jugadores, ex jugadores) como en toda su
dimensión, deben saber sobre arqueros, delanteros, defensas,
independiente que hayan sido o no jugadores de estos puestos. Deben
saber de táctica, de arbitraje, de todo. Y eso se conoce por
“libros”, en el sentido que es conocimiento recibido por
lecturas, conversaciones.
El análisis político
no es una cuestión “ideológica”, o “científica”.
Habitualmente, se pasa de la práctica, que pueden hacer todos, al
análisis “teórico”, que es sólo para expertos. Se combina
luego principios generales enseñados por esos “teóricos” con la
práctica cotidiana. Lo que pasa acá es que se realiza lo que la
dominación permite, no obstante, se le recubre con discursos
“abstractos” vinculados a determinada ideología. Se reproduce la
dominación, en términos de que lo que más se logra hacer es
producir acción corporativa, organización básica frente a
problemas concretos. Eso está bien, es sin duda positivo, no
obstante, es incompleto si se observa desde un punto de vista
político. O se tiene conciencia que el ser “apolítico” es
asumir la política de quien domina (sea quien sea), o se tiene
conciencia de que lo que se hace, se debe orientar hacia una lucha de
totalidad.
Lo que es muy difícil,
y por eso ha corrido mucha tinta y sangre tratando de descubrirlo, es
qué significa concretamente aquello. Para eso, es necesario lo que
llamamos un ejercicio de “descentramiento”, es decir, que ustedes
construyan una capacidad de mirar el mundo no sólo desde su lugar en
él, sino también desde la totalidad. Y eso es conciencia política.
No se trata de aprenderse de memoria textos teóricos, de quedarse
hasta las 3 am leyendo a Marx, a Lenin, o a quien ustedes deseen. Ese
es saber teórico, abstracto. Se trata de ser reflexivos sobre lo que
hacen, y lograr relacionarlo con el estado concreto, con la
correlación de fuerzas realmente existente en todo el cuerpo social.
Para entender lo
político se necesita leer hasta las 3 am. Sin duda. También se
necesita una práctica concreta, sin duda. Pero lo escencial es poder
verse a sí mismo, comprender lo político, desde la totalidad. Se
trata de apropiarse de la totalidad, verla completa. Habitualmente
los dirigentes estudiantiles, cuando se les pregunta sobre política,
en poco rato se ponen a hablar de su experiencia local. Esto no es
escencialmente malo, pero uno observa inmediatamente una limitada
capacidad de descentramiento, de mirar desde un sitial general, no
sólo desde donde se nación. El político debe mirar el mundo no
sólo desde plaza Italia para abajo, debe mirarlo desde todas partes.
Debe comprender todos los lugares. Independiente de su opción (tome
partido por unos o por otros). Y en ese sentido, es una cuestión
subjetiva, existencial, tiene que ver con mirar otras cosas, no sólo
lo que se hace, el pequeño mundo en que se está metido, sino con
levantar la cabeza, con leer diarios, ver películas.
La política como
vitalidad, la memoria como cultura de museo
Finalmente, para
terminar, es fundamental hablar algunas cosas sobre lo que se piensa
que es la “cultura política”. Política es enfrentamiento, por
tanto, conocimiento político implica conocimiento para ganar. No
para “dejar tranquila tu conciencia”, o para “dar sentido” a
tu vida. Es para ganar. Habitualmente se piensa que la cultura
política es una estética, una moral, una ética, incluso una forma
de música. Todas esas cosas ayudan, por cierto, a comunicar un
proyecto o una visión política. Pero no la constituyen en sí.
Resumiendo, están
ustedes ante muchas trampas, que no es que los saquen de la realidad,
sino simplemente los ponen a funcionar en los términos de la
política que otro realizó. El simple corporativismo, el localismo,
son funcionales a la dominación. No es que no haya que hacerlo, es
sólo que no se puede limitar a eso. Por otra parte, el ideologismo
como solución no lo resuelve. Finalmente, la cultura política como
estética, como moral, puede ser algo muy respetable, pero tampoco
constituye conocimiento político.
Unir lucha social y
lucha política para abrir un nuevo ciclo en la historia de Chile es
obligación de esta generación. Nadie lo hará por ustedes. Mi
último mensaje es que tengan un gran aprecio por sus propias
capacidades. No aprendan negándolas, no aprendan a partir del
sentimiento que son tontos, que necesitan aprender un conjunto de
abstracciones ajenas, de verdades teóricas. La capacidad de
reflexión es un músculo, que poseemos todos. Trabájenlo, tengan
aprecio por lo que son, por lo que hacen. La reflexión, la
capacidad, está en ustedes, está en todos. Es de esa
auto-afirmación colectiva que puede venir la capacidad de elaborar
un proyecto político. De lo contrario, simplemente se reproducen los
éxitos o derrotas de otros.
All work and all play - subtitulado en español
Hola!!
LOS OBJETIVOS LABORALES HAN CAMBIADO, y este vídeo cambiara dramáticamente tu forma de pensar y de hacer las cosas.
mira aquí el vídeo:
Saludos
Daniel Suárez
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